Poema al olvido
Rescatar palabras como gemas. Pulirlas, darles forma. Leerlas luego y sorprenderme. ¿Yo escribí eso? Hacer un poema. Dejarlo. Hacerlo de nuevo. Cogerlo con fuerza. ¡Violarlo! Dejarle tirado en el suelo. Ignorarlo por días. Oírlo llorar, reír. Volverlo a amar. Pedirle perdón. Pequeño poema mío nacido de mis bifurcados piensos. ¡Pobre poema pisoteado! Ahora te traigo de regreso. Ahora te limpio, te leo de nuevo. Te acaricio, poema dolido. Eres tan frágil como yo. Tan vulnerable, tan jodidamente permanente. ¡Vuelve a la vida poema miserable! ¡Regresa y golpea mi memoria! Déjame saber porque te he escrito y he querido olvidarte. Golpéame el presente con esas palabras que un día quise y dejé por escrito.