La primera vez
Siempre hay una primera vez en la vida para todo. La primera vez que camina, hablas, bailas, besas, manejas, chocas, te rompen el corazón. Y cada día es una primera vez nuevamente.
Somos una primera vez constante, permanente. Lo que vivimos ahora nunca será otra vez.
Hoy no es igual a ayer ni lo será mañana.
Si entendiéramos esto, que solo el momento presente existe, que ocurre ahora por primera vez constante, viviríamos más intensamente, más relajados, más apacibles.
Me gusta esa película, "About time" del padre e hijo que pueden regresar en el tiempo, y revivir etapas de vida para vivirlas nuevamente de mejor manera, hasta que el hijo logra descifrar que el verdadero poder que tiene no es viajar en el tiempo, sino vivir en el presente atentamente.
Atención plena, dedicada, constante. Ese es el verdadero secreto. Un súper poder que todos tenemos guardado y solo hace falta aprender a utilizar.
Así ese trago de café en la mañana es el mejor de toda tu vida, el trayecto a la oficina es interesante, la parvada de aves que regresa a tu jardín por la tarde es el espectáculo más hermoso, la llamada de tu madre es un alegría, la fila en el banco es oportunidad de bajar el ritmo, escuchar la practica musical de tu hijo es un deleite. No hay más diversión que esa tarde cuidando a tu sobrina y lavar los trastes es un excelente momento de meditación.
Cada día de nuestra vida se vuelve una primera vez llena de emoción y cosas nuevas. Dejamos de contar los días, y da igual si es lunes o domingo, porque cada tiempo toma otro significado. Nos guiamos por sentimientos y no por minutos, la atención plena nos permite ser eternos y agradecidamente, finitos.
Quizás eres de los sabios que ya practican la atención plena, o cómo yo, vives o conoces a alguien que tiene ese don y te ayuda a regresar al presente. Como sea, aprovéchalo. Es una bendición que se nos entrega cada nuevo día. Usa tu súper poder y vive el momento por primera vez, con el asombro y el arrojo de un niño, con la expectativa prístina y sin juicios. Como el hombre que pisa un planeta nuevo, recién creado por Dios.
Somos una primera vez constante, permanente. Lo que vivimos ahora nunca será otra vez.
Hoy no es igual a ayer ni lo será mañana.
Si entendiéramos esto, que solo el momento presente existe, que ocurre ahora por primera vez constante, viviríamos más intensamente, más relajados, más apacibles.
Me gusta esa película, "About time" del padre e hijo que pueden regresar en el tiempo, y revivir etapas de vida para vivirlas nuevamente de mejor manera, hasta que el hijo logra descifrar que el verdadero poder que tiene no es viajar en el tiempo, sino vivir en el presente atentamente.
Atención plena, dedicada, constante. Ese es el verdadero secreto. Un súper poder que todos tenemos guardado y solo hace falta aprender a utilizar.
Así ese trago de café en la mañana es el mejor de toda tu vida, el trayecto a la oficina es interesante, la parvada de aves que regresa a tu jardín por la tarde es el espectáculo más hermoso, la llamada de tu madre es un alegría, la fila en el banco es oportunidad de bajar el ritmo, escuchar la practica musical de tu hijo es un deleite. No hay más diversión que esa tarde cuidando a tu sobrina y lavar los trastes es un excelente momento de meditación.
Cada día de nuestra vida se vuelve una primera vez llena de emoción y cosas nuevas. Dejamos de contar los días, y da igual si es lunes o domingo, porque cada tiempo toma otro significado. Nos guiamos por sentimientos y no por minutos, la atención plena nos permite ser eternos y agradecidamente, finitos.
Quizás eres de los sabios que ya practican la atención plena, o cómo yo, vives o conoces a alguien que tiene ese don y te ayuda a regresar al presente. Como sea, aprovéchalo. Es una bendición que se nos entrega cada nuevo día. Usa tu súper poder y vive el momento por primera vez, con el asombro y el arrojo de un niño, con la expectativa prístina y sin juicios. Como el hombre que pisa un planeta nuevo, recién creado por Dios.
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